Las aventuras del cojón con patas - Capítulo 1

Todo comenzó en aquella discoteca de pueblo, cuando un don nadie fue a mear a los baños de la misma con una solemne borrachera. Este personaje anónimo, no sabia que dentro de la bolsa de sus huevos, tenía un ser que desde hace días había adquirido conciencía de si mismo y que estaba empezando a mutar, debido a una picadura de ardilla radioactiva, que había sufrido en su última excursión al bosque. Pues eso, que así como está demostrado que el algodón sale de las ovejas y que la leche de vaca nace en los tetrabricks, el cojón izquierdo de un habitante ocasional de un pueblo de la sierra madrileña, decidió que ya era hora de abandonar el nido, así que con su gran inteligencia, hizo mutar al cuerpo del susodicho, para que le desconectase del sistema cojonil y a su vez lo envolviese en piel de funda de cataplines, para así estar protegido de las inclemencias del tiempo. ¿Y que ocurrió cuando la mutación del cuerpo terminó?, pues muy sencillo, que el cojón envuelto en piel, se cayó por su propio peso, con tan mala suerte de que cayó en el water de la discoteca, dónde su dueño estaba meando y con una considerable tajada. El gran revuelo que armó su dueño al verse privado de su cojón, y las extrañas consecuencias que este sufrió a partir de la desaparición del mismo, es un tema que no incumbe a este capítulo, así que lo dejaremos para más adelante. Siguiendo con el cojón mutante, nada más caer, se vió inmerso en una tubería de excrementos y cosas asquerosas, ya que dicha tubería era la de un water, lo cual, sería definitivo para fomarle cómo ser, ya que debido a la fermentación de toda la guarrería que había en dicha tubería, nuestro cojón, desarrolló su última mutación, adquiriendo así unos ojos, una boca, oídos (pequeños agujeros a los lados) y unas patas que le permitirían caminar. La nariz (un minúsculo orificio, en el lugar dónde tendría la cara) la tenía incorporada ya de su primera mutación, así que el testículo escapado, ya era un ser vivo con todas las de la ley, autónomo, independiente y completamente libre para decidir su destino. Tras haber mutado por completo, y haber sufrido indescriptibles peligros cómo ratas hermafroditas que se lo querían merendar, el protagonista de nuestra historia, consiguió salir del sistema de alcantarillado y sentir el aire fresco del mundo exterior. ¿Que clase de aventuras tendría ahí fuera?¿Encontraría la gloria y la fama?...poco a poco lo iremos sabiendo.

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He aquí el comienzo de una miniserie (en principio) de relatos, a ver que os parecen. Intentaré que su publicación, sea más o menos regular, para que así no perdais el hilo.

Hasta la proxima entrada

Carman