Thursday, June 14, 2007

Mi viaje al otro lado...

Pues si, pues si...yo también estuve muerto un ratito...

3:00 de la mañana, un miércoles cualquiera, no me habré acostado hace más de hora y media y ya tengo ganas de ir al baño, así que a ello me voy. Despues de terminar allí, decido que estaría bien ir a comer algo a la cocina. No se porqué, pero los días que no duermo bien (casi siempre) y se me hace excesivamente tarde (a veces), me entra hambre y aquello que más me apetece a esas horas es una soberbia tableta de chocolate. Bien, pues ya subiendo las escaleras, intentando ser sigiloso y sin encender la luz (mi madre dice que esta costumbre me traerá un disgusto algún día), pasó lo que tenía que pasar; tropezé y caí rodando escaleras abajo. Al llegar al suelo, me di cuenta de que no me dolía nada, y de que mi cuerpo estaba intacto, así que aquello había sido sólo simple un susto...o al menos eso era lo que yo creía. Justo cuando iba a incorporarme, escucho una voz que me dice:
-Antonio, no te quedes mucho tiempo mirando, será mejor que vengas conmigo...
-¿Porqué?, pregunto visiblemente asustado por la voz extraña que había oído. El dueño de aquella voz, era un alguien de mediana edad, ataviado con un traje negro y con un sombrero del mismo color. Recordaba a algún personaje de película de ciencia ficción.
-Pues vamos a ver Antonio, es dificil explicarte esto, pero tu ya no perteneces a la realidad que conoces, es decir...
-¿Estás diciendo que estoy muerto?, eso es imposible, debo de estar teniendo una alucinación, este tipo de cosas no pasan...
-Anda, mira detrás tuyo...y escucha...

Y así lo hice, y vi una escena de lo más desagradable: Unos padres desconsolados, al lado de un cuerpo inerte, mientras las personas del servicio del urgencias médicas, les explicaban lo más desagradable que se le puede explicar a unos padres. Dicha escena, juraría haberla visto ya en algún melodrama de estos que echan los domingos por la tarde en la televisión pública, pero con una notable diferencia; Los padres eran los míos y el del cuerpo inerte era yo. Sin palabras que tener para poder decir, sólo se me ocurría pensar y no eran cosas precisamente animosas.
Por un lado, estaba el aspecto con el que había dejado eso a lo que llaman vida. No era elegantemente vestido, con el rostro afeitado y con mi melena peinada a la perfección, no. Por ropa sólo llevaba una camiseta desgastada, unos pantalones de pijama y unos calcetines blancos, a lo que se ha de añadir una barba de tres días y el pelo recogido en una coleta y grasiento a más no poder... y sí, necesitaba una ducha, pero lo había dejado para mañana. Despues estaba lo que había sido mi vida hasta entonces; había hecho cosas, pero al igual que casi cualquier persona de 22 años, en una sociedad occidental, todavía me quedaba mucho por recorrer...joder, ni siquiera había encontrado el amor definitivo...
-Antonio, lamentarte y reflexionar sobre lo que hiciste o lo que dejaste de hacer ya no vale de nada ahora, tu tiempo se ha terminado y has de venir conmigo, sígueme...
Y así lo hice, le seguí los pasos y no se muy bien cómo, llegamos a una especie de sala de interrogatorios. - Espera aquí sentado - me dijo el del traje negro, mientras señalaba una silla.
-Ahora vendrá mi jefe, y te hará las preguntas pertinentes, piensa bien lo que vas a decir- y acto
seguido, abandonó la habitación y apareció otra persona igual que él, pero vestida con un traje gris. Este se sentó en otra silla que había enfrente mía y me dijo:
- Hola Antonio, la verdad es que no te esperábamos tan pronto por aquí...bueno, cómo ya te han dicho, he venido a hacerte unas preguntas...
- Si, bien, pero, ninguno de vosotros, me habeis explicado quienes sois ni nada de eso -digo yo-
así que al menos deberías de presentarte ¿No?...
- Todo lo sabrás a su tiempo Antonio, no tengas prisa, si hay algo que ahora te sobra, es tiempo, tienes muchísimo más del que te imaginas, así que, venga, vamos a empezar con la primera pregunta: ¿Crees que deberías estar aquí?-
-Sinceramente, pienso que no, ¡Si es que no me ha dado tiempo a hacer casi nada en la vida!
- Bien (apuntó la respuesta en una especie de libreta verde que tenía entre las manos), ahora la siguiente: ¿Crees que te mereces vida más allá de esta y que esta sea mejor que la anterior que tuviste?-
- Yo que se chico, supongo que habré sido cómo la mayoría de los mortales; ni un santo ni un demonio, pero vamos, creo que no estaría demás una existencia en plan eterno, con todo aquello que ansié en vida y que nunca conseguí...
- Jajajajaja - Se rió estrepitosamente el del traje gris - Menuda novedad, casi todo el mundo dice lo mismo, maldita sociedad de los consumistas...en fin, siguiente pregunta: ¿Quieres y estarías preparado para ver, toda la parafernalia que se va organizar alrededor de tu muerte? -
- Pues por una parte es un trago, pues ver la tristeza si es que la hay, no es plato de gusto para nadie, aunque por otra parte, ver cómo se despide de tu cadaver un montón de gente a la que has conocido tiene ser un subidón para la autotestima ¿No?-
- Pfff, cómo te gustan que te regalen la vista y los oídos...eres tan sumamente obtuso, que no te das cuenta de la tontería que acabas de decir...
- Bueno, y también hay mucho mamoneo en el mundo en el que vivimos los humanos, y además, mi existencia también tuvo sus putadas, por las que creo que al menos me merezco una compensación...
- Claro, claro, lo que tu digas... vaya (se tocó el cráneo, cómo si a este le hubiese llegado una descarga eléctrica), acaba de llegarme la orden, de que te devuelva al sitio de donde has venido, pues has llegado aquí por un error en los archivos...
- ¿Y antes de irme no me vas a desvelar que hay despues de la muerte, el sentido de la vida, si existe dios, el futuro, o alguna cosa medianamente interesante?, digo en tono irónico...
- Jajajaja, clásicas preguntas gilipollescas propias del género humano, en fin, tómate esto cómo una segunda oportunidad, o haz cómo que no ha pasado, porque cuando vuelvas a tu realidad, será cómo si no hubiese pasado nada. El caso, es que tengas muy presente, que un día ocurrirá de verdad y será definitivo, así que no lo dudes, nos volveremos a ver las caras...
- Eres un payaso, es muy fácil ser el más listo cuando se sabe todo - le digo al del traje gris...
- Me insultan todos los días, estoy acostumbrado...ale venga, hasta luego...


...Y sonó el despertador y desperté en mi cama, sientiendo que en mi vida estaba todo igual que siempre, que no había pasado nada...aunque con la diferencia, de que he hecho una visita al otro lado y no me he traído ni una sola respuesta. Miro por la ventana, y el cielo está de un gris plomizo, que no ayuda precisamente a levantar mi somnoliento ánimo...pero bueno, al menos, estoy vivo para contarlo...

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Es muy típico escribir sobre la propia muerte, o sobre un supuesto viaje al "otro lado". Llevaba tiempo queriendo hacer este relato y hoy ha salido por fin, espero que os haya gustado.

Carman

1 comment:

Anonymous said...

es interesante... por lo menos saber que hay alguien al otro lado... al que insultar...

gran relato ;)

muuuuuak!